Efectivos policiales que creen en el compromiso con el pueblo
Vida que cuida tu vida. Las personas que ponen el orden en las calles de la ciudad. Agentes que velan por la paz y la tranquilidad en las zonas más complicadas de Trujillo.
Vida que cuida tu vida. Las personas que ponen el orden en las calles de la ciudad. Agentes que velan por la paz y la tranquilidad en las zonas más complicadas de Trujillo.
Si
existen los superhéroes se les deben parecer mucho. Una motivación especial es
la que no los detiene y la que los hace tener hasta tres trabajos para sostener
y proteger a una sociedad: La familia.
Las
tareas de madrugada, de patrullaje y de operativos son las más complicadas en
la vida de un policía, pero la tarea se debe de cumplir con la finalidad de
tener una sociedad segura y prevenir los actos delictivos.
Ricardo
Alberto Ledezma Castro, de 54 años, sub oficial de la PNP, explicó que se trata de una ocupación muy sacrificada
que implica tener la confianza de la familia y la protección siempre de Dios.
“Uno
se enfrenta a muchas cosas. A veces hay días tranquilos, pero otras hay mucho
movimiento y como sabemos Trujillo antes era seguro ahora te matan a la vuelta
de la esquina. La familia es muy importante porque gracias a ellos tienes la
motivación de seguir adelante. Tengo dos hijos, una mujercita y un varoncito.
Ella ya es psicóloga y el otro recién ha empezado su vida de policía. Siempre
uno se encomienda a Dios porque necesitamos una protección extra aparte de tu
arma y tu chaleco.”
El
policía se acostumbra al peligro, se adapta a la calle y convive con los
problemas. La corrupción es muy grande pero siempre existen personas que no
caen en el saco con todos los demás.
“¿Coimas?
A cada rato. Sobre todo los que no tienen papeles al manejar, te las ofrecen
siempre, pero un prefiere trabajar tranquilo para no tener complicaciones luego
en el trabajo. Para evitar eso prefiero tener otros trabajos en mis días de
descanso”, contó.
Fruto
de la mala imagen que se ganan efectivos corruptos, todos son víctimas de esos rótulos
que la sociedad les coloca y crea desconfianza e inseguridad.
“Yo
creo que hay un compromiso contigo mismo más que con otras personas. Nosotros juramos
ante Dios y ante el pueblo, pero primero nos vemos a nosotros, si somos capaces
de cumplir las expectativas para dar un buen servicio a la sociedad. Si vemos a
la sociedad como personas ajenas no pasa nada, tenemos que verlas como si fuera
tu propia familia. El que no hace eso, no está haciendo un buen trabajo”,
finalizó
Escrito por : Maria Alejandra Salazar
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