• Huariques nocturnos

    Rico y barato en los huariques trujillanos                                                                                              


    Si hablamos de comer algo en la noche se nos viene a la mente un rico pollo a la brasa, una parrilla, chifa o unos anticuchos; pero hay gente que prefiere comer platos más generosos, tipo el almuerzo. Son muchas las razones por la que comen así. Una jordana llena de labores no se debe pagar con un lonche, el plato fuerte es para los trabajadores y los visitantes a los huariques lo saben. En Trujillo existe huariques para satisfacer esas necesidades. Allí se encuentran ricos platos y a un precio bastante cómodo.
    La gente que acostumbra ir a estos huariques son los taxistas que tienen el turno de noche o los que acaban su día de labor,  universitarios que no cuentan con una pensión y trujillanos que tienen antojos de la buena comida criolla.
    En la urbanización Santo Dominguito está La Ramada  que es muy concurrido y abre todas las noches, la sala de una casa se adopto para ser el patio de comida para este huarique. Los platos que se ofrecen son cabrito, pato guisado, pavita guisada, papas rellenas, caldos, entre otros. Este local lleva más de 8 años en la esquina de la avenida Leonardo Da Vinci con Andrés Belaunde.
    Los clientes aseguran que la buena sazón de La Ramada es porque se mantiene la tradición familiar y el negocio se administra de buena manera en familia.
    La propietaria Emilia Sandoval Pérez  comenta que nunca pensó que el vender comida se iba convertir en un sustento para su familia. “Le agradezco mucho a Dios por haberme dado la oportunidad de salir adelante a través de la comida”, dijo.
    Reconoce que no es fácil vender comida, ya que por las mañanas realiza mercado para que en las noches tenga todo preparado, pero gracias al apoyo de sus hijos y su familia a logrado tener el gran negocio.
    Richard Gonzales Sandoval se convierte en un mozo y algunas veces prepara los platos que se venden “Mi mama nos ha logrado llevar adelante por este negocio, sin ella ni uno de nosotros tendríamos estudios, por eso siempre la ayuda a mi mama”
    Carlos Purizaca Castillo es uno de los clientes que siempre asiste por las noches al huarique y afirma que la comida que venden en la La Ramada es única en todo Trujillo “Llevo años comiendo en la señora Emilia, cada vez que eh venido me ha tratado de la mejor manera, cada vez que le pedía mi comida me castigaba bien” comenta entre risas.
    En  otro lado de Trujillo, en la urbanización Pay Pay (al costado del Cuartel Ramón Zavala), atiende desde hace 10 años Don Rolo, propiedad de Julia Quispe Rodriguez Empezó vendiendo 3 platos: cabrito, pato guisado y pollo guisado, los platos se acaban a las 12 de la mañana o máximo a la 1am, hoy en día se quedan hasta las 3:30am o 4 de la mañana. El local tiene un piso de tierra y un techo de esteras el cual tapa de una lluvia o animales.
    En sus inicios no contaba con mucho dinero y ni con personal que le ayude. A falta de cocina industrial para calentar las ollas, decidió usar una parrilla de carbón para poder mantener las ollas calientes. Cuando el  negocio prosperó decidió preparar más platos y arreglar un terreno abandonado para adecuarlo a un patio de comidas. El precio de los platos oscila entre seis y tres soles.
    “Gracias al esfuerzo que puse en los primeros años vendiendo comida, pude construir mi casa y ofrecerle mejores estudios a mis hijos”, agrega la señora Julia.
    Su familia es un gran apoyo para que el negocio siga prosperando, Manuel Quispe Rodriguez su hermano mayor comenta “A veces julia me llamaba para que ponga a calentar mas papas o prepare algo porque se había acabo muy temprano, cocinaba y luego tenía que ayudar atender porque la gente llegaba a cada hora”
    Eliana Abad acude permanente a Don Rolo. “El sabor, la atención y la humildad de la señora no ha cambiado en nada, sigue siendo la misma señora que conocí la primera vez, por eso le ha ido muy bien en su negocio”, reconoce.
    Los huariques son lugares donde puedes encontrar rica comida, precios cómodos y una buena atención, pero también historias de señoras luchadoras que decidieron salir adelante a través de su sazón.
    Algunos piensan que comer de noche es malo, porque piensan que los órganos dejan de trabajar pero esto no es así  los órganos siguen trabajando pero de una manera más lenta, aseguran especialistas de la salud. Así que anímate y camina hacia el huarique más cerca de tu casa.



    Edward Espejo Atoche

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