Una iglesia fuera de lo común en La Esperanza
En un tiempo
en el cual la religión no
ocupa ni el tercer lugar en una lista de prioridades del ser humano, existen
siempre excepciones a la regla.
En el mundo de ahora persiste la duda, de más de uno,
de la existencia de un ser supremo que nos está observando y que permite
que pasen cosas no muy favorables.
Dentro de la
omisión al culto religioso, hay quienes, religiosamente (si se permite la
redundancia) asisten a una cita dominical con mucha fe en sus corazones.
El templo de
la parroquia Santísimo Sacramento se ha convertido en el escenario idóneo
para que, tanto niños como adultos, mantengan viva esa doctrina y estilo de
vida basados en Cristo.
El vicario
parroquial, Jim Davis Quevedo Reyna, mostró su complacencia al reconocer que la
asistencia a la misa dominical en la noches es masiva.
"En las
mañanas, la gente escucha misa hasta de pie, eso no es algo muy común ahora.
Escuchan la misa parados, sobre todo en días festivos, como son el Día de la Madre,
del padre, aniversario de la parroquia. Pero es sorprendente que en las noches
vaya casi el mismo número de oyentes. A veces, los que no pudieron ir en la
mañana y hay otros que la escucha dos veces, que por lo general son las
personas de mayor edad.", comentó.
Según el párroco,
los jóvenes también forman parte fundamental de la iglesia y tienen mucha
participación en los grupos como el caso del coro, confirmación, familia
juvenil, entre otros.
"La idea es aprovechar los talentos que tienen los jóvenes y ponerlos
al servicio de la parroquia. Por ejemplo en el coro hay muchachos que cantan
muy bien, que tocan la guitarra, la batería, no como profesionales pero muy
bien y les gusta y apoyan en la parroquia. Otra idea también es que, cuando
estás dentro de un grupo parroquial, te ayuda a descubrir y a desarrollar tu
lado espiritual.", explicó.
Las personas muestran su lado fiel a la iglesia por un estilo de vida, por
sus principios, tradiciones y costumbres o por el simple y fortísimo hecho de,
como dicen, devoción.
"Mi vida está llena de bendiciones. Despertar es un regalo de Dios, es por eso que nosotros le retribuimos y le damos gracias viniendo los domingos a misa. Está dentro de mí, vengo porque necesito estar aquí", comentó Fernando Rojas Mora, ministro parroquial.
"Mi vida está llena de bendiciones. Despertar es un regalo de Dios, es por eso que nosotros le retribuimos y le damos gracias viniendo los domingos a misa. Está dentro de mí, vengo porque necesito estar aquí", comentó Fernando Rojas Mora, ministro parroquial.
Escrito por : Jorge Luis Solano Castillo
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