Los taxistas
trujillanos y sus historias de noche.
¿Qué es lo que hace un taxista seduciendo a la vida? es la melodía de Ricardo Arjona que casi siempre canta Arturo Leyton Sevillano (21), taxista y estudiante de Informática.
Para Arturo el día empieza a partir de las diez de la
noche, hora en la que arranca su recorrido por las calles de Trujillo. “Ser
taxista es un trabajo honrado y comprometido, la gente confía en nosotros su
seguridad, somos los encargados de llevarlos a su destino”, dijo.
Es
atractivo el oficio de taxista. Muchos trujillanos lo ejercen, entre otros
motivos, porque es fácil de acceder a él y deja buenas ganancias. Además, no
discrimina edad y mucho menos sexo. En Trujillo es evidente el aumento de
empresas de transporte que han surgido en los últimos años.
Según la Municipalidad
Provincial de Trujillo (MPT) actualmente circulan por las calles de
Trujillo 14 mil taxistas formales. Existen desde empresas privadas, hasta
vehículos independientes que cada noche transitan por los lugares más
concurridos, desde discotecas, restaurantes, bares, centros comerciales y muchas
otras zonas, a las que la gente frecuenta.
En cada taxista se encuentran muchas
historias. “Durante mis dos años haciendo carreras, he presenciado
cada caso. Desde los amantes, peleas de parejas, llantos, borrachos e
infinidades de cosas de las cuales me he involucrado sin ni siquiera ser el
protagonista de las historias”, dijo Arturo Leytón.
Una de las historias que
Arturo Leyton más recuerda sucedió la noche del
14 de febrero de este año. “Recuerdo perfectamente que estaba por la Av.
Víctor Larco y una pareja de enamorados abordaron mi taxi, fuimos primero
dejando a la chica y cuando me dirigía a
dejar al joven, este me pidió que cambiara de ruta, hasta que llegamos a una
casa por la Av. El ejército de donde salió una joven que desde su puerta le
sonrió al joven y llamándolo amor. Mientras el joven bajada de mi taxi, me miró
y sonriendo dijo: “Siempre hay que tener un repuesto”, yo solo atiné a reírme y
a huir de esa novela”.
La gente que acostumbra subir a un taxi, muchas veces
no solo busca llegar a su destino seguro, sino que de vez en cuando estos
vehículos suelen ser el medio más usual para hablar de la vida. Para conversar
desde las noticias, discutir de política y hasta de problemas personales,
buscando muchas veces palabras de alivio de los taxistas.
Hay taxistas para todos los gustos. Están los
que hablan demasiado, los mudos y los muy amables. Taxista que al acabar la
noche llegan a sus casas, porque allí les espera su familia para conducir su
propia historia. Y usted ¿A dónde va?
Escrito por: Xiomara Velásquez
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