Días de trabajo bajo la fría noche esperancina
La rutina, el paso de los días, el trabajo
pesado causan cansancio, desánimo y pesadez en el común de las personas.
Caminas por las mismas calles, recorres los
mismos caminos, mismas peleas con los pasajeros, puede ser aburridísimo para un
ser humano normal. Una gran motivación
necesitas para poder aguantar, perseverar y no quebrarte ante las adversidades
de la tan difícil vida.
Un trabajo aparentemente fácil, de que todos
sabemos, hemos visto o nos han contado es el ser cobrador de combi. Ser esas
personas que te piden que les canceles con sencillo, que pongas el pie derecho
al bajar o que te “apegues” para que entre otro pasajero más en el asiento.
Quizás nuestro conocimiento está parcializado
o se queda en lo poco que se sabe. Esos minutos que nos toma viajar de un lugar
a otro, dónde se observa, se entiende y se conversa para comprender que es ser
cobrador de combi.
Carlos Carranza o “Charlie” es un muchacho
esperancino que trabaja para la empresa Nuevos Girasoles que cubre la ruta del
Milagro hasta la Noria y que trabaja como cobrador desde hace dos años.
“Es matada la chamba. Como todas. Sentado,
parado, sentado otra vez. La garganta termina hinchada. Yo entro a trabajar
punto de ocho de la mañana y, dependiendo de las vueltas que demos, nos
quedamos hasta las nueve o nueve y media”, comentó.
La remuneración es muy baja para un trabajo
de muchas horas. El trato no es el mejor y las condiciones laborales tampoco.
Los complejos que muestra la gente para con ellos es también otro factor en
contra.
“ La gente cree que somos
delincuentes (risas) . Hay uno que otro pero todo tranquilo. A mi no me importa mucho.
Hay otros patas que son malcriados y por
eso las ‘tías y las flaquitas’ se paltean con uno. Yo trabajo tranquilo, no
quiero roches con nadie porque trabajo para mi y mi viejita”, contó Charlie.
Finalmente, las noches para ellos son
sinónimo de cuidado y de aprovechamiento. Es ahí donde aparecen las anécdotas y
los momentos más complicados del trabajo.
“Ahora nos vamos al Bosque. Para el regreso
ya nos vamos a ‘full’. Parados, todos entran. Y todo a un sol pues, no cobro
medios, a ti nada más”, me dijo mientras sonreía.
“Los verdaderos delincuentes son los que
teniendo fuerzas para trabajar intentan ganarse el dinero de la manera mas
fácil y vergonzosa. Mientras tenga fuerza, chambeo nomas pues. Hay que comer o
no?”.
Y esa fue la ultima frase que escuche de “el
Charlie” mientras apoyaba en la pista el pie derecho y escuchaba detrás de mi
su característico “Lleva, lleva”
Escrito por : Jorge Luis Solano
Escrito por : Jorge Luis Solano
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